sábado, 22 de enero de 2011

MÚSICA SUBLIME, ENTRE PARIENTES por Federico Monjeau para diario Clarín.

Música sublime, entre parientes

Crítica. Dino Saluzzi Trío. Una genial recorrida en familia por las joyas del repertorio criollo.

22.01.2011 | Por Federico Monjeau fmonjeau@clarin.com Podria interesarte
Dino Saluzzi Trío No pasa un año sin que Dino Saluzzi vuelva a presentarse en Buenos Aires con alguna formación de base familiar. Este anunciado Saluzzi Trío, en principio con su hijo José María en guitarra y su sobrino Matías en bajo, es en verdad una entidad muy variable, que en el primero de esta serie de tres recitales no incluyó a Matías pero sí al padre del bajista, Féliz “Cuchara” Saluzzi en saxo tenor y clarinete, más las guitarras de José María y Nicolás “Colacho” Brizuela.

No hay percusión, aunque la guitarra de José María puede asumir formas más percusivas o su caja eventualmente oficiar de bombo. No se necesita más que eso para la forma desnudamente lírica y libremente polifónica que plantea Saluzzi en esta presentación, una exquisita e introspectiva recorrida por el repertorio criollo -tangos y milongas como Soledad , Milonga de mis amores , Recuerdo , zambas, chacareras- y, en menor medida, composiciones propias, entre estas últimas la maravillosa melodía de inspiración andina que divide el recital en dos mitades; la primera, más ligada al tango; la segunda, al folcore.

En esa melodía andina Saluzzi abandona la forma organística del bandoneón y hace surgir un espectro de sonidos casi naturales, que el músico amplia con silbidos no humanos; es el hormigueante paisaje de fondo sobre el que se desarrolla una melodía con todo el tiempo del mundo y desarmante sencillez.

Entre las dos partes hay un cambio de ambiente, no de estilo interpretativo. Saluzzi interpreta el tango sin un golpe. Su forma es única; es como si lo abriese al medio amorosamente y nos dijese: “Oigan todo lo que había aquí dentro”.

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